08 de desembre, 2014

Ruta Portell-Cinctorres

Portell de Morella
Este primer sábado de diciembre, a las seis y media de la mañana, una perra pastor belga groenendael, y, diecinueve lunáticos con mochila (lo de lunáticos por la espléndida luna llena que lucía a esa hora) estábamos en la plaza Loreto esperando para subir a un autobús que nos descargó hora y media más tarde a la entrada de la población de Portell de Morella. Aquí después de un reconstituyente café calentito, y comprobar que hacía frío, aunque menos del que habían anunciado las previsiones meteorológicas, comenzamos a caminar siguiendo el sendero PR CV-332, que nos llevará hasta el puente construido el siglo XVII para cruzar la rambla Cellumbres. Nuestra intención era llegar hasta el puente, para, a continuación entrar en la rambla, y seguir por el cauce.
Puente sobre la rambla Cellumbres
Nuestro plan hubo de ser modificado al llegar al puente, y comprobar que tras las intensas lluvias de la semana pasada, la rambla lleva agua, haciendo imposible transitar por su interior sin mojarnos los pies. Sometido este último punto a votación, todos, excepto la perra, estuvimos de acuerdo en que no era la época adecuada para aventuras húmedas. Volvimos atrás un par de Km. a buscar el PR-CV 408 que baja también a la rambla, pero unos Km. más adelante, donde esperamos que se haya filtrado una parte del agua y podamos seguir la ruta sin dificultades; acertamos con la decisión, y pasamos buenos momentos saltando de piedra en piedra, esquivando los charcos, excepto la perra, que hizo exactamente lo contrario.

Salimos momentáneamente del cauce, para acercarnos al paraje de la Cova Antolà o Toll d’En Drac, un paradisíaco rincón, con dos bonitos saltos de agua, lugar, al que también se puede llegar desde Portell en treinta minutos,siguiendo el SL-CV 134.
Tol ld'En Drac
Volvemos  a la rambla, y a las marcas del sendero que veníamos siguiendo, comprobando a cada paso nuestra insignificancia, frente a las formaciones rocosas que nos vamos encontrando; roca del Corb, roca Roja, y roca Parda, frente a la cual nos sentamos  a traspasar peso desde las mochilas a los estómagos, siempre vigilados por una bandada de buitres, que tuvieron una ajetreada mañana controlando todos nuestros movimientos.
Seguimos un rato más por la rambla, hasta la zona de los Castellets, y tomamos el desvío hacia el barranco de la Barsella, por una bonita senda que haciendo zig-zags dentro de un bosque de encinas, va ganando altura rápidamente. En un recodo de la senda dejamos las mochilas, y nos acercamos a ver la zona de los Castellets desde arriba, incluso aprovechamos para subirnos a lo alto de algunos de los más fáciles. Curiosamente en Portell se les conoce como los castellets, y, en Cinctorres se refieren a ellos como les Agüeles.
Continuamos por el sendero señalizado durante un rato, después lo abandonamos, para dirigirnos campo a través a buscar el vértice geodésico de la creu del Gelat. En este punto hacemos una parada de reagrupamiento, y, para observar la gran extensión de paisaje que se divisa; desde Zorita a Peñagolosa, o, desde Ares a Cantavieja.
Senda en el bosque
Iniciamos el descenso, y pronto la senda se introduce en un bosque de robles, convirtiéndose  en una alfombra de agradable caminar hasta la ermita de Pilar, y, la fuente dels Bassis, ya a las afueras de Cinctorres, población donde nos recoge el autobús, y damos por finalizada esta marcha.
Excelente salida senderista, ideada como casi todas, por Rafa Garcés, y desarrollada y guiada por Manuel Fígols, natural de Cinctorres, y que conoce a la perfeccion toda la zona.
La distancia recorrida fue de unos 18Km., y el desnivel de unos 720m. positivos, y unos 850m. negativos.

Si os apetece ver las fotos que yo realicé durante la jornada, hay un ÁLBUM WEB DE PICASA, a vuestra disposición.